Con la esperanza de encontrar la cura de todos sus males, un peregrino de nombre “Talino Santos” muere silenciosamente durante la celebración de una misa en la Iglesia de Talpa; se desconoce el lugar exacto donde fue sepultado.
Talpa de Allende conocido también como "La Perla Escondida", lleva el nombre en honor al general Ignacio Allende; se localiza al sureste del estado de Jalisco y es la cuna de una de las basílicas más visitadas en el estado, recibiendo a miles de feligreses que acuden para presentar sus peticiones a la Virgen del Rosario de Talpa; como lo llevara a cabo el peregrino fallecido.
“…la que quisiera llevarnos en sus brazos para que no nos lastime la vida, está aquí junto a nosotros, aliviándonos el cansancio y las enfermedades del alma y de nuestro cuerpo ahuatado, herido y suplicante. Ella sabe que cada día nuestra fe es mejor porque está hecha de sacrificios...”, fueron las palabras dichas por el sacerdote mientras Tanilo Santos se encontraba de rodillas en dicha iglesia.
El hoy extinto estaba acompañado por su esposa y su hermano, procedentes del municipio de Zenzontla, quienes salieron a mediados de febrero de esa población y su peregrinar terminó en los últimos días de marzo -cuando casi todos los peregrinos regresan a sus ciudades de origen- y que en medio del ruido de las danzas, tambores, chirimía y el repique de las campanas se llevaron el cuerpo sin vida para darle sepultura en el camposanto de esa población.
Según testigos que escucharon los fuertes rezos de la ahora viuda, cuentan que el occiso se arrodilló junto a ella, frente a la figura dorada de la Virgen de Talpa y comenzó a rezar, mientras la vela que tenía en sus manos era apagada tristemente por una lágrima; hecho que conmovió a las personas del lugar. Horas más tarde los familiares, cansados de un largo y doliente peregrinar, regresaron a su población.
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